Escapada rural... Primer día!
Abro los ojos y huele a café, miro a mi lado y está mi marido, medio dormido igual que yo. Cachorrito está bien enseñado y como por arte de magia, siempre acierta a la hora de tener el desayuno servido. Realmente, no sé como lo hace, tampoco me importa... Hoy es jueves y nos dispondremos para una escapada a la montaña. Hemos alquilado una cabaña de madera, típica en las que tan solo ver las fotos ya sabemos que queremos atarle. Ha nevado esta semana así que el paisaje estará mas idílico si cabe. La cabaña esta elevada en lo alto de un árbol a doce metros del suelo con el tronco principal atravesándola por el centro. Tiene chimenea y una barbacoa. La idea de quedar aislados en mitad del bosque me excita, me proporciona una paz mental que rara vez se puede encontrar en mitad de la ciudad. Ni siquiera en casa se consigue ese silencio o ese aire limpio y frio. Una no sabe lo bien que se vive con un sumiso doméstico hasta que tiene uno. Disfruto viendo como prepara todo, tan meticuloso y